Emboscada en Pembroke
14 de abril de 1982.
Pembroke, Gales - Sir Julian Croft, importante miembro del Home Departament, y un oficial de policía han resultado heridos de gravedad en un violento ataque en las calles de Pembroke, en lo que representa una dramática y sangrienta escalada de la violencia atribuida a extremistas nacionalistas galeses.
El incidente, ocurrido a plena luz del día, ha enviado una onda de choque a través de Westminster y marca un alarmante punto de inflexión en las tácticas empleadas por grupos extremistas en el Reino Unido.
Sir Julian Croft, viajaba en un convoy compuesto por dos vehículos y acompañado por cuatro agentes de la policía, que fue emboscado en una céntrica calle de Pembroke. Su secretaria personal, a la que el ataque ha sumido en un estado de shock, ha prestado un primer testimonio de los hechos.
"Fue todo tan rápido, un caos absoluto", relató a la policía Eleanor Vance, de 28 años, quien viajaba en el mismo vehículo que Sir Julian. "Vimos un coche ardiendo delante de nostros, oímos unos golpes secos, como petardos, pero más fuertes, más metálicos. Las ventanillas estallaron. Grité. Uno de los agentes nos empujó fuera del coche, gritando '¡fuego enemigo, fuego enemigo!'. El ruido era ensordecedor".
Según el relato de la señorita Vance y otros testigos, dos asaltantes, abrieron fuego cruzado indiscriminadamente con rifles de asalto tipo AK-47. En el tiroteo inicial, Sir Julian Croft y uno de los agentes de su escolta sufrieron heridas de bala. Fuentes de Downing Street han indicado que ambos se encuentran en estado grave.
La rápida y valerosa respuesta del resto de agentes fue crucial. Repelieron el ataque y consiguieron abatir a los dos tiradores. Sin embargo, en un giro dramático, un segundo equipo de terroristas lanzó una granada propulsada por cohete (RPG-7) contra el convoy.
"Cuando creía que había terminado, hubo un silbido aterrador y luego una explosión tremenda que sacudió toda la calle", continuó Vance en su declaración. "Pensé que íbamos a morir. Solo cerré los ojos esperando el final. Los agentes que nos salvaron son unos héroes".
Milagrosamente, el proyectil erró su objetivo y detonó sin causar más heridos. Inmediatamente después, los agentes lograron neutralizar al equipo del lanzagranadas antes de que pudieran efectuar un segundo disparo.
Este atentado se produce en un clima de creciente tensión, aunque todavía no ha sido reconocido por ningún grupo armado, todos los indicios apuntan al Meibion Glyndŵr o a un renacido Free Wales Army. El uso de armamento del bloque soviético, como los rifles AK-47 y un RPG-7, preocupes a las autoridades. El Home Office ha iniciado una investigación urgente para determinar el origen de estas armas y si los atacantes han recibido entrenamiento o apoyo de organizaciones terroristas internacionales.
La Primera Ministra, Margaret Thatcher, ha condenado el ataque desde el número 10 de Downing Street como "un acto de terrorismo bárbaro y un asalto directo a la Corona y al Estado de derecho".
La policía de Dyfed-Powys, en colaboración con el Special Branch y el MI5, ha acordonado una amplia zona del centro de Pembroke, pese a las protestas de los vecinos. Equipos forenses peinan la escena en busca de pruebas, mientras se ha lanzado una operación de búsqueda a nivel nacional para localizar a cualquier cómplice. El testimonio de Eleanor Vance se considera una pieza clave en la reconstrucción de este brutal atentado que ha abierto un nuevo y preocupante capítulo en la seguridad del Reino Unido.
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