Dark Harvest
26/03/1982.- Afueras de Birmingham
El crepúsculo teñía de naranja el cielo sobre las afueras de Birmingham, pero la paz rural se había roto en mil pedazos. El rugido de motores y el estruendo de los disparos habían atraído al DCI Stanhope y al DS Ashworth hacia una granja solitaria.
Un Land Rover robado al ejército y un coche patrulla de la West Midland Police, reducido a cenizas, eran los macabros protagonistas de esta escena.
Avanzando cautelosamente, Stanhope observó la figura de un hombre armado con un AK-47. Un disparo certero acabó con la amenaza. Se apresuraron hacia el coche patrulla, pero la esperanza de encontrar supervivientes se desvaneció al ver los cuerpos inertes de sus compañeros.
De repente, la tranquilidad se hizo añicos. Los milicianos, surgidos de entre las sombras de la granja, abrieron fuego. Ashworth cayó abatido, su cuerpo sin vida yacía tendido en la tierra húmeda. Stanhope, esquivando las balas que silbaban a su alrededor, se refugió tras el vehículo en llamas. La adrenalina pulsaba en sus venas mientras contemplaba la escena caótica.
"Maldita sea, Ashworth", murmuró Stanhope, la voz ronca. "No merecías esto".
Una explosión ensordecedora sacudió la granja, lanzando el Land Rover por los aires. Stanhope fue arrastrado por la onda expansiva, cayendo pesadamente al suelo. El dolor punzante en todo su cuerpo lo obligó a cerrar los ojos por un instante. Al abrirlos de nuevo, se encontró rodeado por el fuego y el humo, las balas soplaban cerca de él. Una sensación de que el mundo se había vuelto loco recorrió su cuerpo.
Con la pistola humeante, se refugió tras el vehículo en llamas, buscando un resquicio de esperanza en medio del caos. Sabía que estaba rodeado, que las fuerzas eran abrumadoras. Pero la rabia y la determinación le impulsaban a seguir luchando. Reuniendo fuerzas corrió hacia un pequeño bosque dejando detrás a sus perseguidores.
Había descubierto que los Birmingham Black Panthers, habían conseguido material pesado y estaban dispuestos a luchar.
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